Somnolencia: de qué depende y cómo despertarse más descansado
"Siempre tengo sueño y estoy cansado". ¿A ti también te pasa? Estás en buena compañía. A veces ocurre que, a pesar de dormir muchas horas, te levantas cansado y confuso. Pero, ¿de qué depende la somnolencia diurna? Se trata de una pregunta muy común que, sin embargo, tiene una respuesta compleja.
El sueño, de hecho, es un proceso delicado, del que se deriva gran parte del bienestar físico. Pero la somnolencia y los trastornos del estado de ánimo están igualmente relacionados, porque dormir bien, huelga decirlo, permite afrontar el día con mayor positividad y entusiasmo.
Profundicemos, pues, en el tema del sueño, identificando las causas de la somnolencia y los posibles remedios para volver a dormir bien y durante mucho tiempo.
De qué depende la somnolencia: el ciclo del sueño
Aunque usted no sea consciente de ello, el sueño se compone de diferentes fases, que conforman el ciclo del sueño:
- Conciliar el sueño : es la fase de transición entre la vigilia y el sueño y representa el 5% del total de horas de sueño. En esta fase, la actividad cerebral se ralentiza y aparecen movimientos oculares lentos.
- Sueño NREM ligero: es la fase del sueño ligero en la que las ondas cerebrales son muy similares a las del estado de vigilia, pero el ritmo cardíaco disminuye y los músculos se relajan. Abarca aproximadamente el 45% del sueño total.
- Sueño profundo NREM: abarca el 25% del tiempo que pasas dormido, durante el cual tu ritmo cardíaco se ralentiza aún más y tu tensión arterial desciende. La función del sueño profundo es muy importante, ya que restaura el organismo, favorece la producción de la hormona del crecimiento, activa el sistema inmunitario y permite almacenar recuerdos.
- Sueño REM (Rapid Eyes Movement): es la fase del sueño, aquella en la que nuestro cuerpo está prácticamente paralizado, excepto los globos oculares, que, en cambio, se mueven rápidamente. Representa el 25% del sueño y se caracteriza por una gran inestabilidad de la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y la temperatura corporal. Pero también es el momento en que la información almacenada durante el día se guarda en la memoria.
Cada fase tiene su propia importancia vital y contribuye a un sueño reparador: saltarse incluso una de estas fases, por lo tanto, puede causar somnolencia y mal humor.
Somnolencia y trastornos del sueño: cómo afrontarlos
Siempre es difícil dar una respuesta inmediata a la pregunta "Sufro somnolencia, ¿qué la provoca?", porque las causas de la somnolencia pueden ser de distintos tipos, empezando por las que pueden remontarse a una patología.
El trastorno más común que provoca somnolencia es el reflujo gastroesofágico, que está causado por una dieta inadecuada, el estrés o la toma de medicamentos y se manifiesta por el ascenso de jugos gástricos desde el intestino, provocando ardor en el estómago y la garganta. En este caso, cambiando de almohada y eligiendo una almohada ortopédica, como la Pharmaflex Reflux, será posible adoptar una posición más cómoda durante el sueño, con lo que se podrá prevenir el reflujo y eliminar la causa de la somnolencia.
Otra afección bastante frecuente es la apnea del sueño, que impide dormir adecuadamente debido a los constantes despertares y provoca somnolencia diurna, además de ser un factor de alto riesgo, sobre todo para las personas frágiles.
Pero tampoco hay que subestimar la cervicalgia como causa de somnolencia, ya que el dolor causado por una posición incorrecta del cuello durante el sueño puede provocar microdespertares. También en este caso, una almohada ortopédica como la Pharmaflex Cervical resolverá brillantemente la situación.
Cómo cambiar los hábitos que provocan somnolencia
¿De qué depende la somnolencia? ¡También de lo que haces tú! Y una vez identificados los malos hábitos de sueño, también encontrarás remedios para la somnolencia que te ayudarán a afrontar el día con energías renovadas.
Cambiar repetidamente la hora de dormirse y de despertarse es, sin duda, una de las causas más comunes de la somnolencia diurna. Por lo tanto, cree una rutina adecuada, que pueda mantener también durante el fin de semana. Del mismo modo, modificar ciertos comportamientos, como evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormirse, le ayudará a conciliar el sueño antes, dormir mejor y durante más tiempo. El entorno en el que se duerme también es importante. Un dormitorio cómodo, oscuro y con la temperatura adecuada favorecerá el sueño.
Si además cree que la causa de la somnolencia puede ser el colchón en el que duerme, siempre puede sustituirlo por el colchón ortopédico Pharmaflex Hybrid, homologado por el Ministerio de Sanidad. Alternativamente, si realmente no le apetece comprar un colchón nuevo, puede resolver el problema brillantemente con el Topper Pharmaflex, que mejorará la superficie de la cama y garantizará que su cuerpo esté en la posición correcta para dormir.
Y, por supuesto, absténgase de consumir alcohol y cafeína después de las 6 de la tarde, para evitar que estas sustancias interfieran en la calidad del sueño.
De qué depende la somnolencia: nutrición que favorece el sueño
¿Ha oído hablar alguna vez de la combinación de somnolencia y nutrición? La correlación existe y es importante. De hecho, la somnolencia también puede depender de lo que se come, y no nos referimos sólo a la necesidad de cenar ligero y sin grasas.
Para dormir bien y evitar la somnolencia diurna, debes intentar eliminar las proteínas animales de tu menú nocturno, pero sobre todo favorecer los alimentos cocinados al vapor, a la plancha, al horno o a la parrilla, para que tu cuerpo no tenga que trabajar más para digerirlos, aumentando tu tensión arterial y tu ritmo cardíaco.
Además, debes saber que algunos alimentos, por sus propiedades, favorecen el sueño, ayudando a combatir la somnolencia diurna. Entre ellos se encuentran los plátanos, ricos en magnesio y potasio que relajan los músculos, y las nueces, que, como ha demostrado una investigación de la Universidad de Texas, son capaces de aumentar la producción de melatonina, favoreciendo así el sueño.
Igualmente útil es la ingesta de verduras, especialmente lechuga, achicoria roja, calabaza y col, que poseen marcadas propiedades sedantes que le ayudarán a conciliar el sueño con facilidad.
¿Necesitamos recordarte también que un buen vaso de leche caliente antes de acostarte ayuda a dormir enseguida y mejor? No es el clásico consejo de la abuela, ¡es ciencia! Gracias al triptófano que contiene, aumenta la producción de melatonina y el sueño llega antes.
En resumen, en lugar de preguntarse de qué depende la somnolencia, pregúntese qué está dispuesto a hacer para combatirla. En la mayoría de los casos, de hecho, la somnolencia depende de ti.